La Nutrición del Cuerpo
Categoría: Vida y estilo Escrito por Super User Visto: 375
No es un asunto que ha de tratarse con indiferencia
Debido a que es erróneo comer tan sólo para gratificar el gusto pervertido, no debe sacarse la conclusión de que hemos de ser indiferentes con respecto a nuestra alimentación.
Es un asunto de la mayor importancia. Nadie debe adoptar un régimen empobrecido.
Muchos están debilitados por la enfermedad, y necesitan alimentos nutritivos y bien preparados. Los reformadores de la salud, por encima de todos los demás, deben tener cuidado de evitar los extremos. El cuerpo debe tener suficiente nutrición.
Para tener buena salud, debemos tener buena sangre, pues la sangre es la corriente de la vida. Repara los desgastes y nutre el cuerpo. Provista de los elementos convenientes y purificada y vitalizada por el contacto con el aire puro, da vida y vigor a todas las partes del organismo. Cuanto más perfecta sea la circulación, mejor cumplida quedará aquella función.
Se ha provisto los productos de la tierra: una variedad abundante de alimentos que son deliciosos al paladar y nutritivos para el sistema. Las frutas, los cereales y las legumbres, preparados de una manera sencilla, libre de especias y grasas en todas sus formas, constituyen, junto con la leche o la crema, el régimen más saludable. Imparten nutrición al cuerpo, y otorgan un poder de resistencia y un vigor de intelecto que no son producidos por un régimen estimulante.
En los cereales, las frutas, las verduras y legumbres y los frutos oleaginosos o nueces han de encontrarse todos los elementos alimenticios que necesitamos.
Algunos se abstienen concienzudamente de comer alimentos impropios, y al mismo tiempo, por descuido, dejan de comer los alimentos necesarios para el debido sostén del cuerpo. Nunca presentemos un testimonio negativo contra la reforma pro salud por no usar alimentos sanos y apetitosos en lugar de los artículos perjudiciales que hemos descartado. Debe emplearse mucho tacto y discreción en la separación de alimentos nutritivos que ocupan el lugar de los que han constituido el régimen de muchas familias. Un régimen que carezca de los debidos alimentos nutritivos atrae reproche a la causa de la reforma pro salud. Somos mortales, y debemos suplirnos de alimentos que le proporcionen el debido sostén al cuerpo.
Fuente: “Consejos sobre el régimen alimenticio”, Elena G. de White.